viernes, mayo 12, 2006

La cita de la semana

"Si el mundo fuese claro, el arte no existiría."
Albert Camus
(1913-1960)

Señor Juez

"Solamente entiendo lo que leo entre líneas. Ya no soy un papel secante, soy una de esas rejillas mosquitero. Soy como una rémora que atraviesa un gigantesco banco de pejerreyes en sentido contrario, pejerreyes que nadan a una velocidad vertiginosa y que, sin embargo, ni me tocan. Soy una nube contradictoria que cuando choca con otras nubes no puede atravesar ninguna consistencia gaseosa. Me siento más capaz de comprender a la planta que riego todos los días que a la gente que pasea su perro los domingos. Ahora creo que nada importa realmente. Si quemo este mismo papel que me esfuerzo en redactar, estoy seguro de que no sentiré ninguna pena. Soy un holograma, atravesado por la cotidianeidad, traspasado por partículas de polvo, por gritos, por carne, por furia… Comprenderá, señor Juez, que es justo que un ajeno de mundo, que una persona despojada que ha perdido el sentido de la percepción decida largarse. Esa percepción que usan a menudo las personas normales como usted, que hace uso de sus sentidos para leer esta carta. Si ahora no cuento con esa propiedad, sin saber siquiera si la he superado o la he perdido para siempre, todo indica que este mundo me es totalmente ajeno. Ahora la estrella polar que brilla sobre su cabeza tiene más derecho a formar parte de este mundo que yo, porque para ella la distancia no es un impedimento para no brillar. Se justifica pues, mi decisión ¿no cree? Recuérdelo, señor Juez… todo es igual, nada es peor."

viernes, mayo 05, 2006

Lo dijo Borges...


"He olvidado casi toda mi vida personal. Sólo recuerdo aquello que leí: los momentos más intensos de mi vida. Como Alonso Quijano, que pensaba en los libros que había leído y no en la propia vida, y se transforma en el Quijote. A mi edad, la memoria es sólo una serie de citas, pero tengo impresiones vivísimas de los personajes que amo y de las personas presentes. En cuanto al pasado, siempre puede cambiarse cada vez que se lo recuerda. El presente, en cambio, es más rígido. El pasado y el futuro son plásticos, se hace con ellos lo que se quiere. Todos los recuerdos que tengo de mi infancia son falsos, todas las veces que pienso en ello hay siempre una pequeña modificación. En cambio, el futuro puede tomar la forma que se quiera. Y quizás dependa de nosotros la manera en que lo imaginemos."

Jorge Luis Borges
Milán, 1985, en la última entrevista que concedió antes de morir.

Extraído de alguna bitácora proscrita

Buenos Aires es como una puta que te saca la virginidad. Una puta de la que te terminás enamorando, que recordarás por el resto de tu vida. Una vil puta que te cobra caro, que te desprecia, que te dice repetidas veces “dale nene, movete”, cuando ni siquiera sabés dónde se mete la verga. Buenos Aires te quiere sacar todo el semen mientras te desvirga, para que nunca te olvides de ella. Pero quiere romperte el cuerito, hacerte sangrar. Quiere que grites. Te masturba sólo con dos dedos, te ve temeroso por tu ignorancia, te dice cosas del tipo “dale chiquilín, que te voy a sacar bueno”, “vení, cojeme la concha” o “mirá que pija tiene el nene”.

Pero así y todo, mientras se hace la recia, mientras vos estás ahí arriba, meta y meta bomba, sudado, temblando, con la verga no muy erecta por los nervios, esa puta sucia y barata llamada Buenos Aires te agarra de los hombros, como abrazándote, y mira con triste y pasmosa melancolía algún punto perdido de la habitación.