miércoles, septiembre 26, 2007
Escrito a 10.000 kilómetros de aquí
No sientes dolor. Sólo campos de pluma que muerden con exacta delicadeza la seda de tus venas.
No hay dolor. Hay letargo, el tiempo es narcótico.
Y te espera.
No ves el dolor.
Caes lentamente en un arroyo de flores blancas y elásticas. Carnosas.
No existe el dolor.
El viento es tímido y te eleva con manos dulces, mientras ríes bajo, mientras suspiras.
Jamás has visto al dolor.
El cosmos es un látex invisible en el que caes y vuelves a volar sin mirar.
El dolor es de algodón.
Muerdo mis dientes de goma, veo globos blancos, burbujas rojas.
Y vuelvo a reír hasta nacer.
El dolor no existe. El dolor soy yo.
(Ritan Park, Beijing, China. Agosto de 2007)
jueves, septiembre 20, 2007
José María se decidió a publicar un anuncio en los clasificados del domingo. Esta vez sí tenía que recibir respuesta: reservó un costoso espacio a página completa, en contraportada y a todo color. Y por si fuera poco, lo publicó en el diario de mayor tiraje del país. Se gastó lo último que le quedaba, ahorros que le habían costado sesenta años recaudar. Y así, en unos minutos, se quedó sin nada. Y todo por publicar un anuncio que dijera, junto a su foto y su teléfono, una sola frase: “Busco al amor de mi vida”.
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