lunes, febrero 20, 2006

Guía práctica para llorar sin lágrimas


Llorar. vt. Acto generado por las glándulas lacrimales al recibir una señal
nerviosa del cerebro, cuando hay algún desequilibrio emocional.
Acto que las personas creen de “desahogo”. Cuando en realidad es todo lo contrario.


Esas barbaridades que dicen ciertas logias, ciertos cultos. Eso que nos hacen creer de que la vida es hermosa… ¿Qué buscas de la vida? ¿La felicidad?

Dicen que la vida es buscar la felicidad. Que la felicidad es tener una infancia con juguetes, padres comprensivos, después estudiar una carrera, conocer una chica o un chico sencillos y que cocinen respetablemente, casarte, tener hijos, criarlos mejor que lo que tus padres te criaron a ti, divorciarte, conocer a una persona 15 años más joven que tu, tener otro hijo, malcriarlo, sentirte viejo, jubilarte, tener cáncer y verte morir en un depósito para ancianos…

Dicen que la vida es conseguir la felicidad. Y que si la obtienes, tu vida es perfecta. Pero eso es una contradicción. No estás aquí para ser feliz, sino para no sufrir. No te esfuerzas en conseguir la felicidad, sino en que no te pille el sufrimiento. Dos cosas completamente diferentes. Cuando te enamoras, temes perder ese amor, por tanto lo que haces es asegurar por todos los medios evitar ese sufrimiento. Cuando tienes un hijo, lo haces para orgullo propio, para proyectar en el pequeño todas tus frustraciones y desear que él haga todo lo que te hubiera gustado hacer a ti y no has hecho.

Dicen que la vida es distribuir felicidad entre quienes te rodean. Que no hay nada en la vida más gratificante que una sonrisa ajena gracias a una buena acción propia. Segunda contradicción. ¿Hacemos el bien para que los demás estén felices? ¿O para convencernos de que somos irreemplazables, de que sin nosotros esa persona no hubiera sonreído? ¿Queremos hacer el bien o simplemente seguir inflando nuestro ego? ¿Puro egoísmo? ¿Mero egoísmo?

Las lágrimas te hacen ver el mundo de una manera más acuática. Hoy es un gran día para entristecerse, para llorar sin lágrimas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

La vida es sufrimiento por antonomasia...

Anónimo dijo...

¿cómo se puede vivir una vida que no tiene valor alguno, que acaba y comienza en llanto? ¿Acaso la vida, nuestra existencia, no tienen ningún valor? ¿Es preferible no haber nacido nunca? Desgraciadamente esa pregunta es tan incontestable como desesperada, y cualquier intento de hacerlo sería tan absurdo como preguntarnos, en caso de no haber nacido nunca, si hubiéramos preferido existir.

¿De verdad la vida humana tiene algún valor? ¿Esta existencia tendrá algún sentido? ¿Que es vivir?

La respuesta es sencilla,la repuesta es sufrir.
Ahora, que si ese sufrimiento, que es la única razón de ser de nuestra existencia, y que es la vida misma, tiene algún valor? al igual que nos esmeramos en inflar una burbuja de jabón a pesar de que sabemos que tarde o temprano, debido a su condición efímera estallará, nos esmeramos en vivir.

Si en alguna forma, y yo pienso que es en muchas, la vida humana es comparable con una burbuja de jabón, creo que podemos desprender que el único valor que tiene la vida humana es el valor estético. Ya que al igual que nos esmeramos en la pompa de jabón a pesar de que sabemos que se convertirá en nada, el motor que nos mueve a construir nuestra existencia, es el placer que encontramos de ella misma ante nuestros ojos, siendo esta vida, no solo el objeto del placer estético de la existencia, sino al mismo tiempo, la condición de posibilidad de todo placer estético.

Esto no significa que el arte sea el mejor camino de salvación para negar la voluntad de vivir; simplemente es una forma de expresar -al igual que: vivir es sufrir, y sufrir es la única finalidad de nuestra vida- que la vida es un fin en sí misma. Es decir, no porque vivir sea sufrir, y el sufrimiento sea el sentido de la vida, estamos condenados a no encontrar belleza en nuestra existencia o imposibilitados a hacerlo.

Sin importar si la vida es sueño, farsa o tragedia, experimentamos placer estético al contemplar y al actuar nuestra historia personal y su desenvolvimiento afortunado o desgraciado. Al igual que las grandes tramas nos atrapan, nuestro proyecto de vida también se nos presenta como un intrincado reto, que a veces nos abate, y otras nos entusiasma, y que a pesar de terminar indudablemente con la muerte del protagonista, no deja de entretenernos. Por esto considero que vivir conlleva placer estético, y que este placer estético que coexiste con el sufrimiento, sin llegar a ser el sentido de la vida, es posiblemente el único valor que la vida.
La vida ya es demasiado mala de por sí, como para hacérnosla todavía peor, y la única forma de evitar eso es mitigando nuestra voluntad de vivir, escapando así del sufrimiento.

Ahora que si aceptamos la idea de la vida como broma pesada, pues parecería que lo más sabio para evitar el sufrimiento, sería practicar un sentido del humor, negro, irónico y sarcástico que nos permitiera reírnos, tanto de las desgracias propias como de las ajenas.
valie superstar (la_akedemica)

Anónimo dijo...

TE QUIERO GREG!
Valie S.