viernes, mayo 05, 2006

Extraído de alguna bitácora proscrita

Buenos Aires es como una puta que te saca la virginidad. Una puta de la que te terminás enamorando, que recordarás por el resto de tu vida. Una vil puta que te cobra caro, que te desprecia, que te dice repetidas veces “dale nene, movete”, cuando ni siquiera sabés dónde se mete la verga. Buenos Aires te quiere sacar todo el semen mientras te desvirga, para que nunca te olvides de ella. Pero quiere romperte el cuerito, hacerte sangrar. Quiere que grites. Te masturba sólo con dos dedos, te ve temeroso por tu ignorancia, te dice cosas del tipo “dale chiquilín, que te voy a sacar bueno”, “vení, cojeme la concha” o “mirá que pija tiene el nene”.

Pero así y todo, mientras se hace la recia, mientras vos estás ahí arriba, meta y meta bomba, sudado, temblando, con la verga no muy erecta por los nervios, esa puta sucia y barata llamada Buenos Aires te agarra de los hombros, como abrazándote, y mira con triste y pasmosa melancolía algún punto perdido de la habitación.

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