jueves, septiembre 20, 2007


José María se decidió a publicar un anuncio en los clasificados del domingo. Esta vez sí tenía que recibir respuesta: reservó un costoso espacio a página completa, en contraportada y a todo color. Y por si fuera poco, lo publicó en el diario de mayor tiraje del país. Se gastó lo último que le quedaba, ahorros que le habían costado sesenta años recaudar. Y así, en unos minutos, se quedó sin nada. Y todo por publicar un anuncio que dijera, junto a su foto y su teléfono, una sola frase: “Busco al amor de mi vida”.

1 comentario:

Anónimo dijo...

...y José María no se dio cuenta que el amor de su vida estaba a la vuelta de la esquina.


(volviiiiste!!! se te extraño por estos pagos! val)