
Se abandonan, se desinteresan, se dan cuenta de cuán solos se encuentran en el universo, la única compañía con la que cuentan es su propia conciencia. No hay dudas, somos seres prescindibles y descartables. Por eso tenemos la eterna tendencia de volver, irremediablemente, al regazo materno, o incluso más allá, a un mundo aún más profundo… El inconsciente impulso de acabar volviendo a esos momentos en que no éramos conscientes de nuestra vulnerabilidad. El volver a la nada absoluta, a flotar en un reconfortante y templado líquido amniótico.
2 comentarios:
En ese volver nos damos cuenta que sólo existe un vacío interior, y que todo era producto de nuestra mente, que lo modela todo para dar imagen a esta película que es nuestra vida.
Raquel
En todo caso somos
Auto-descartables, volviendo solitos a ese regazo materno sin poder enfrentarnos con nosotros mismos y nuestros temores
val
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