domingo, enero 06, 2008

Por primera vez en la historia de este blog, voy a poner algo realmente sincero...


Revolviendo papeles, cosas que sobrevivieron a tantos cambios, tantas mudanzas, tantos países, dudas, sufrimientos, personas, vientos, tormentas... he encontrado unos escritos que (creo) escribí hace unos doce o trece años. No voy a negar mi sorpresa al encontrar esas letras mías tan lejanas, esas hojas amarillas... De un primer vistazo no me parecía que ese que escribía era yo. Pero sí, esas curvaturas en la letra "T", esas maneras de poner las comas, los puntos suspensivos... Era el Gregorio Jebluss cuando aún ni siquiera el esperma había fecundado al óvulo. Me he propuesto superar mis barreras y mis miedos y mostrar –a quien quiera– el Gregorio Jebluss de hace doce años. Confieso que me da mucha vergüenza publicar todas estas cosas... Pero lucho contra ellas. Eso es lo que intentaré hoy.


* * * * *


UNO

Algo forzado acerca de esto que nunca me esperaba
(escrito en enero de 1997)


Realmente no entiendo como pude llegar a este presente, en el cual ya no puedo haer las cosas que hacía antes: respirar (porque, en realidad ya no respiro; solo trago y expulso aire); escribir (sólo anoto cosas); sonreir (sólo muevo músculos faciales); disfrutar (sólo simulo). Ya no puedo ofrecer nada, no puedo retribuir; no puedo actuar. ¿Cambiar? ¿De qué manera? ¿A qué precio? ¿Obteniendo qué beneficios? Hoy –reconozcámolo– el cristal que durante mucho teimpo se resquebraja día tras día cortando mi profundo corazón, se ha roto. Pero , de todos modos, la llama roja de la pasión aún está encendida. Y, quién sabe, quizás podamos recomponer todo.

Ese día (hace tan poco, pero parece tanto), presenciamos el momento más humillante de la existencia humana. Para una sola persona. Esa persona que fue el centro de los dedos acusadores, que se tiró a un mar helado, lleno de cosas que nunca encontró ni encontrará, para tratar de comenzar algo mejor. Qué persona ilusa. No se dio cuenta de que ya no se puede confiar en los caminos cortos, en las sensaciones próximas, en una copa vacía, en una luna llena…

Además, tampoco se dio cuenta de que detrás suyo había una senda que esa misma persona había construido. Había calor, lágrimas, sangre, satisfacciones, abrazos, penas, muertes, vidas, abismos, todo bien acomodado a los costados de la senda. Hoy, creo que todo eso ya no me sirve; ya no vale la pena recoger todo eso que se me cayó por el camino. Hice cosas buenas, fui reconocido, pero ya no vale la pena. No valgo la pena.

Hay una sola forma de volver a respirar, a escribir, a sonreír, a disfrutar. A sentir.


* * * * *


DOS

Poema de 1995.

Un desvelo mentiroso. Una soledad oculta. Un sueño creciente. Una obligación evadida, y otra por llegar. Una lluvia sonora. Una salida cancelada. Una angustia en potencia. Una ventana de cristal a punto de romperse…
Esto, eso es él… ¿él?. Yo, sí, yo. Esta alma es una inquieta bicicleta de cartón reciclada, a punto de volver a tirarse y fugarse. Es un alma biodegradable.


* * * * *


TRES

Poema de 1995.

Perdidos en la niebla
Dos luces que se acercan
E interrumpen la acción cotidiana
Que día a día bosquejan tus pupilas.
Ellas te golpean,
Te interfieren y te premian,
Te castigan y te queman,
Te disfrazan de quimera.
Quiera dios tengas paciencia
Quiera dios seas quimera.
Quimera…

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