lunes, abril 02, 2007

Migrar, volar, sangrar...


Él la creo en sueños, le dio forma, la moldeó con sus deseos y la vio nacer a la edad de 28 años. Él supo desde siempre que ella sería de esa misma manera como la está viendo ahora. Por lo tanto, como él era su creador, le pertenecía. Buscó poseerla, quiso apresarla para siempre en sus dominios. Intento seducirla y adquirirla por medio de sutiles artimañas al principio, y violenta fuerza después. Pero finalmente, como toda obra artística, su creación se independizó para siempre y buscó nuevos puertos para su destino errante.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Esa obra llevará la huella de su autor para siempre, sin la cual, no sería lo q es.
val

Anónimo dijo...

Sí, esa obra seguirá su recorrido... creciendo, aprendiendo, evolucionando...
Sólo que... ya existía, solo la ha descubierto. Por tal motivo no le pertenece.
Y seguirá su largo recorrido hasta llegar, en algun momento, a su destino FINAL.
Val