miércoles, abril 11, 2007


Érase una chica llena de vida. A los 30 años decide alejarse para siempre de la sociedad y recluirse apartada en una pradera. Hasta el día su muerte, veintiséis años después, fue una ermitaña a conciencia. En todo ese tiempo se dedicó a crear una de las poesías más profundas e innovadoras de la época contemporánea. Se llamaba Emily Dickinson.


“Naturaleza no es lo que vemos, la montaña, el poniente, la ardilla, el eclipse, el abejorro, no, naturaleza es el cielo, naturaleza es lo que oímos, el bobolink, el mar, el trueno, el grillo, no, naturaleza es la armonía, naturaleza es lo que sabemos, no tenemos arte para decirlo, tan impotente es nuestra sabiduría para tanta simplicidad.”


“Morir sin morir y vivir sin la vida, es el más arduo milagro propuesto por la fe.”


“Podría estar más sola sin mi soledad,
tan habituada estoy a mi destino,
tal vez la otra paz,
podría interrumpir la oscuridad
y llenar el pequeño cuarto,
demasiado exiguo en su medida
para contener el sacramento de él,
no estoy habituada a la esperanza,
podría entrometerse en su dulce ostentación,
violar el lugar ordenado para el sufrimiento,
sería más fácil fallecer con la tierra a la vista,
que conquistar mi azul península,
perecer de deleite.”

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Y hablando de otro solitario,
Borges dijo:"Estoy solo y no hay nadie en el espejo".
-El escritor argentino residía en un laberinto de espejos múltiples en el que los reflejos, las sombras y los ecos eran indistinguibles de la realidad real, el sueño de un universo infinito encerrado en los pasillos de una biblioteca en expansión.-

Fragmento de un artículo de La Vanguardia de hoy 15 de Abril, referente a la reciente publicación de la biografía "Borges y yo" de Edwin Williamson. Seix Barral.

Raquel

Anónimo dijo...

Fe de erratas:
Perdón "Borges y yo" es un libro del propio Borges.
El nombre de la biografía recientemente publicada es "Borges, una vida".

Raquel

Anónimo dijo...

Lo que mucha gente llama amar consiste en elegir a una mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, los he visto. Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio. Vos dirás que la eligen porque-la-aman, yo creo que es al verse. A Beatriz no se la elige, a Julieta no se la elige. Vos no elegís la lluvia que te va a calar hasta los huesos cuando salís de un concierto.”


Rayuela, capítulo 93

Paco

Anónimo dijo...

...our life is what our thoughts make it.
(Marcus Aurelius Antoninus)

Raquel

Anónimo dijo...

La Dickinson....tengo un poema suyo enmarcado. Enmarcado y colgado en la pared.

Así como suena.

Es aquel que comienza:

Morí por la Belleza
Pero apenas acomodada en la Tumba...


Serafín