sábado, marzo 31, 2007

Nada, todo...



La vida es tan fácil... ¿por qué nos empeñamos en complicarla? Todas las cosas que me rodean me abandonan, por el simple hecho de que yo propicio los momentos de abandono. Todos los seres a los que conozco siempre les ocurre que, de repente, desaparecen tan misteriosamente como habían venido. La gente viene y se va, sin avisar. Todos aparecen en mi vida como actores secundarios cuyo papel es guiarme a través de este guión hasta un destino que aún no conozco, y que seguramente jamás conoceré. Sólo es cuestión de girarse y el mundo a nuestras espaldas se desvanece. Nunca tendré la certeza de saber si la voz que está del otro lado del teléfono es alguien que existe o no. Tampoco jamás sabré quién es ese actor que está del otro lado del espejo. Hoy todo lo que me rodea es salado. Todo, salvo mis lágrimas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tengo miedo de verte
necesidad de verte
esperanza de verte
desazones de verte.
Tengo ganas de hallarte
preocupación de hallarte
certidumbre de hallarte
pobres dudas de hallarte.
Tengo urgencia de oírte
alegría de oírte
buena suerte de oírte
y temores de oírte.
o sea,
resumiendo
estoy jodido
y radiante
quizá más lo primero
que lo segundo
y también
viceversa.


M. Benedetti

ohú

Maxquilmes dijo...

Hola, Soy Eduardo Chiaravalloti. Creo que una vez nos escribimos, veo que sigues "viajando". Suerte.
maxquilmes@gmail.com